El producto agroalimentario presenta una dificultad añadida en el proceso de internacionalización debido a que su capacidad para ser global en toda su dimensión es menor que la de otros productos. Los alimentos y las bebidas están conectados con las costumbres más arraigadas de cada país, con recuerdos de la infancia, paladares educados durante décadas, etc. y por esta razón no es fácil entrar en las cocinas de hogares y restaurantes de otros países.
Cuando se vende en el exterior el exportador tiene la dificultad de entender esta peculiaridad en su mercado objetivo, y para el importador o agente es complicado conectar los alimentos de otro lugar con los de su país. El planteamiento de nuestra propuesta de evento se basó en la idea de conectar de manera profunda las culturas gastronómicas de ambos países en dos sentidos: en primer lugar de España hacia Japón buscando aquellos ingredientes que pueden tener sentido y cabida en la dieta y las recetas japonesas, y en segundo lugar de Japón hacia España escogiendo una forma de comer japonesa.
La petición de este trabajo se enmarcaba en el concurso de anual de cortadores de jamón de la Agencia de Promoción Exterior Andaluza, Extenda, en Japón. El espíritu de la propuesta realizada fue el de acercar las gastronomías de ambos países. Se debía proponer cómo los productos andaluces pueden ser incorporados en la cultura gastronómica japonesa. El objetivo del trabajo fue abrir la puerta de las cocinas de los hogares y la restauración popular japonesa para incrementar el consumo de producto andaluz más allá de lo esporádico o festivo.
Para ello, bajo el concepto ideado por ohayo “Japón y Andalucía de sientan a la mesa”, se dirigió a dos chefs, uno español y otro japonés para que realizaran recetas de sus países en las que se integrasen ingredientes del país ajeno. Con estas recetas se trabajaría con el ilustrador Rafael Obrero para la realización de un folleto/recetario para los asistentes al evento. La estructura de la ponencia de ohayo, ofrecida por Rosa Muñoz en colaboración con los chefs, se estableció acerca de una serie de productos emblema de las exportaciones andaluzas. Se llevó a cabo una investigación sobre los mismos, buscando los puntos de conexión entre ambos territorios, se desarrollaron contenidos textuales y visuales para la ocasión, diseñando una presentación adaptada al público japonés que combinase la didáctica sobre los productos y el atractivo del carácter visual único de los campos de cultivo y los productos agroalimentarios objeto de la presentación.
La presentación se ejecutaría en japonés en dos localizaciones, el hotel Kyoto Tower, en Kioto; y en la prestigiosa escuela de cocina Hattori Nutrition College de Tokio, dirigida a chefs, importadores, restauradores y nutricionistas japoneses.