La bodega de vinos ecológicos Bodegas Robles, asesorada por ohayo, se planteaba aprovechar la oportunidad de introducir los vinos generosos en el mercado japonés partiendo del hallazgo del buen maridaje entre la cocina japonesa y estos vinos. A partir de ahí, se llevó a cabo un proceso de investigación del mercado, de la gastronomía del país objetivo, de la forma de consumo y compra de los vinos. Paralelamente se trabajó en la definición del relato de la marca Robles, así como en la identificación de los argumentos diferenciales propios más interesantes para proyectar a través del naming y la imagen de los productos.
El proceso de naming llevado a cabo resultó en la definición de dos marcas: Bajoflor y Bajosol, dentro de las cuales se enmarcarían diferentes productos con características comunes entre sí en cada una de las marcas. Así se desvelaba con Bajoflor el valor de unos vinos que disfrutan de un sabor especial gracias al manto vegetal y floral que puebla sus viñedos, así como la flor bajo la cual maduran en el barril, protegidos del oxígeno. Igualmente, se reflejaba en Bajosol el trabajo del sol de Andalucía secando las uvas Pedro Ximénez para dar lugar al vino de pasas Bajosol 0/0 así como al resto de los productos que se derivan de él.
La dificultad para explicar los diferentes tipos de vinos, tan diferentes, que se generan a partir de una misma uva (fino, amontillado, oloroso, etc.) nos llevó a realizar una profunda reflexión sobre las características de estos productos, sobre qué los relaciona y diferencia, para así poder llegar a una conclusión sobre cómo nombrarlos de un modo entendible en el exterior y por aquellos no familiarizados con los vinos generosos. El resultado fue un sistema de código exponencial numérico de dos dígitos, donde el primer dígito expresa el tiempo que el vino pasa madurando bajo velo de flor y el segundo dígito el tiempo que pasa madurando por oxidación. De este modo obtendríamos, en el caso de Robles: Bajoflor 2/0 para el vino fino, que pasa 2 años bajo velo de flor y 0 oxidándose; Bajoflor 5/3 para su vino amontillado y Bajoflor 0/6 para su vino oloroso. Y Bajosol 0/0 para el vino de pasas Pedro Ximénez. Este sistema permite entender internacionalmente las diferencias entre los distintos tipos de vino de una manera sencilla e intuitiva, que coincide también con la evolución del color del vino y de su precio (a mayor oxidación un color más oscuro y un precio más elevado). Del mismo modo, al ser un sistema abierto deja resueltas las necesidades futuras de volver a nombrar vinos nuevos.
En el diseño de la imagen de vinos y productos, se tuvieron en cuenta elementos orgánicos, vegetales, naturales, así como los patrones tradicionales de los tejidos japoneses. Del trabajo de reflexión en el diseño surgirían dos patrones compuestos por una trama de flor y otra de sol que se construye con diferentes tipos de peso, ligereza y espesor del motivo. Estas tramas toman el protagonismo para comunicar de una manera contundente y atractiva. Los colores elegidos para cada tipo de vino están seleccionados de diferentes niveles de oxidación real de las uvas.
Este diseño, así como los vinos, han sido premiados en dos ediciones consecutivas dentro del concurso internacional de vinos Sakura Japan Women’s Wine Awards, compuesto por un jurado de 380 mujeres especialistas en vino. En 2017 se recibió un doble oro por el vino Bajosol 0/0, y premio especial a mejor diseño de etiqueta. En 2018 se ha recibido oro por el vino Bajosol 0/0, plata por el vino Bajoflor 0/6, así como premio especial a mejor diseño de etiqueta por Bajosol 0/0.
Ohayo ha asumido las tareas de departamento internacional de Robles para Asia, asumiendo las gestiones, comunicaciones y operativa necesaria para atender el mercado japonés. Iniciando la acción también en Corea y EE.UU. El trabajo de comercialización y de introducción del producto en Japón ha ido acompañado de una nueva forma de contar el producto, acercándolo a un consumo más afín a las costumbres culinarias y de ocio de Japón. Se ofrece información sobre maridajes de cada tipo de vino y alimento relacionado con la dieta japonesa, con el objetivo de convertir el consumo de estos productos en algo cada vez más natural y propio, huyendo de la versión exótica y esporádica que puede tener el consumo de un producto ajeno a la cultura propia.
En definitiva, este proyecto ha redefinido los vinos generosos para su mejor comprensión en la cultura asiática, especialmente en Japón. El resultado ha sido la creación de una nueva codificación de los vinos y una presentación más comprensible dentro de esa cultura, encontrando espacios comunes inéditos entre los vinos de velo de flor y la cocina asiática.